Los niños captan los valores de sus padres en las experiencias rutinarias de la vida diaria, y la mayor parte de esta enseñanza se hace con pocas palabras. Eso es verdad para las cosas pequeñas, para las instrucciones más importantes de todas y para los valores y los principios que se encuentran en las Escrituras. Confío en que tengan presente esto a medida que avanzamos en el proceso de la Enseñanza Espiritual: Tus hijos te están observando cada minuto, y mucho de lo que ven lo van a recordar por el resto de su vida.
Sobretodo debes tener presente que cuando presentas a tus hijos a Dios, como su Padre, ellos lo identifican en cómo eres tu como padre. Como padres se nos ha dado la enorme responsabilidad de representar a Dios en nuestros hogares. Es por eso que es de suma importancia que les demos a conocer a nuestros hijos la naturaleza de Dios, en particular Su amor inexplicable y Su justicia. Nuestro ejemplo puede poner un firmamento firme para la fe de nuestros hijos.
Juan 5:19 Jesús les dijo: “Les aseguro que el Hijo de Dios no puede hacer nada por su propia cuenta; solamente hace lo que ve hacer al Padre. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo. [2]
Revelemos el corazón de Dios en nuestro hogar con cada uno de nuestros actos. ¿Están nuestros actos revelando la naturaleza de Dios?
Si mis amigos, cuando mi hija Gaby tenía 4 años me corrigió diciéndome “te pasaste el rojo”. Es de vital importancia poner un ejemplo bíblico consecuente para nuestros hijos, pero también debemos estar dispuestos a admitir nuestros errores con humildad, con diligencia para corregirlos y con sabiduría para aprender de ellos, en este punto esta será la lección más importante.
Desde pequeño recuerdo que al levantarme siempre encontré a mi papá, ya sea al lado de su cama o en la sala, sobre sus rodillas orando. Si nosotros ponemos un ejemplo fiel comenzando desde el dia que nuestros hijos nacen, nunca olvidaran lo que han visto o escuchado. Aun si rechazan a Dios más tarde, los recuerdos de nuestro ejemplo permanecerán con ellos el resto de sus vidas, y es posible a que los traigan de vuelta al rebaño.
Efesio 6:4 Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor. [3]
[1]Dios Habla Hoy - La Biblia de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
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