Sirviendo como pareja.



¿No es increíble que uno nunca deje de tener oportunidades para servir? Y si estamos relacionados con una Iglesia, siempre habrá una necesidad que nos llame.


Sin embargo, puede ser un desafío equilibrar el servicio cristiano con nuestra relación. Aun los proyectos que valen la pena pueden privar a las parejas del tiempo que necesitan para estar solos.

Para lograr el matrimonio que Dios desea para nosotros, algo esencial que hará que los principios que hemos estudiado se junten y logren su cometido es: la intimidad espiritual.



A. INTIMIDAD ESPIRITUAL

Lo que impide que las parejas experimenten la verdadera y genuina intimidad espiritual es,

la falta de conexión espiritual.

En Génesis 2:24, Dios nos da su definición de lo que es la intimidad. “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Una sola carne, es la idea que Dios tiene respecto a la intimidad en el matrimonio, lo que significa la unión completa de un hombre y una mujer en tres áreas: Físicamente (dos cuerpos), emocionalmente (dos mentes), espiritualmente (dos almas). La verdadera y plena intimidad se logra solamente cuando ambos han establecido un vínculo en estas tres áreas.

Para lograr la intimidad genuina y perdurable en el matrimonio es importante llegar a ser una sola carne espiritualmente hablando; tener un “vínculo espiritual”, lo cual significa colocar a Dios consistentemente en el centro de la relación, y madurar como pareja en una relación personal con Él.



B. COMO ESTABLECER UN VÍNCULO ESPIRITUAL

Para establecer un vínculo espiritual en la relación matrimonial, hay dos requisitos previos y cuatro acciones que serán de mucha ayuda:

· El primer requisito es que cada persona en la relación debe ser un creyente. Hoy día hay mucha confusión sobre lo que significa ser cristiano. Hay muchos que piensan que son cristianos y en realidad no lo son.

Eres cristiano si tienes una relación personal con el Dios de la biblia, por medio de su Hijo Jesucristo. Si crees que Jesucristo murió por tus pecados y que literalmente se levanto de entre los muertos. Romanos 10:9


Para establecer un vínculo espiritual, ambos cónyuges deben estar espiritualmente vivos. Si uno de los dos está muerto no puede ocurrir un vínculo espiritual.

El segundo requisito es que cada persona debe estar creciendo espiritualmente. Conocer a Cristo es importante Dios le dio al hombre la capacidad de GUERRERO. Puso el deseo de ganar en el corazón de Adán. Fue creado conforme a la imagen de Dios (Génesis 1:26), su deseo era que triunfara sobre el enemigo. El acercamiento del enemigo alertaría esta cualidad de guerrero para levantarse en autoridad sabiendo que la victoria era suya. 1 Corintios 15:57 

C. LA VERDAD ACERCA DEL ENEMIGO

El enemigo tiene fuerzas altamente organizadas que se oponen al ejército de Dios, así lo dice la palabra en Efesios 6:12. Tengamos presente que el enemigo no es: el cónyuge, los hijos, los hermanos en Cristo, el jefe, etc. Por lo tanto no ignoremos las maquinaciones del enemigo:

I. LOS METODOS DE SATANÁS. Sus métodos no han cambiado mucho a través de los siglos; Con Eva, en el principio, lo hizo poniendo en duda la Palabra de Dios, distorsionándola, y negándola (Génesis 3:1-5). A veces Satanás usa hasta las cosas buenas para separarnos de la voluntad de Dios (Génesis 3:6).

En éste episodio Eva fue tentada en los tres grandes puntos que se enumeran en 1 Juan 2:16:

· Los deseos de la carne: Bueno para comer.

· Los deseos de los ojos: Agradable a los ojos.

· La vanagloria de la vida: Codiciable para alcanzar la sabiduría.

Estos son los mismos grandes puntos que Satanás utiliza para indisponernos contra Dios y a unos contra otros; el deseo de halagar nuestros sentidos corporales, el deseo de tener cosas materiales, y el deseo de impresionar a la gente con nuestra importancia.

II. LAS ARMAS DE SATANÁS. Sus armas son limitadas en cuanto a poder y son comunes para el hombre (carnales). Dios ha prometido una salida con cada tentación (fácilmente defendibles). 1 Corintios 10:13.



D. PONTE FIRME Y PELEA!

Aunque Cristo ganó la guerra y el resultado está asegurado, Satanás seguirá tratando de mantener su territorio en la Tierra. Sus esfuerzos por obtener el control de lo que perdió (las almas de los santos), son incansables. Él domina por medio del engaño. Pecamos cuando creemos la mentira. Si no confesamos y no nos arrepentimos, le devolvemos el terreno operativo a las potestades de las tinieblas. Detenemos ese proceso renunciando a la mentira y obedeciendo. Santiago 4:7 dice: “Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros”.

Nos sometemos a Dios permaneciendo en Jesús, andando con él en el poder del Espíritu y la verdad de su Palabra. Cuando confesamos y nos arrepentimos rápidamente del pecado, y renunciamos a todos los esfuerzos por vivir la vida cristiana con nuestra propia fuerza y para nuestra propia gloria (Gálatas 3:3). Entonces, podemos resistir al diablo y ¡él debe huir de nosotros! Sin embargo, ¿cómo resistimos al diablo?

I. Resistimos cuando nos ponemos toda la armadura de Dios. Efesios 6:11,13-18

· El yelmo de la salvación. Cubre la mente y protege los pensamientos.

· La coraza de justicia. Cubre el corazón, sólo la Justicia de Jesús puede cambiar los corazones.

· Ceñidos los lomos con la verdad. Los lomos son las partes dadoras de vida. La verdad de la palabra da vida.

· Los pies calzados con el apresto del evangelio de la paz. Siempre preparados para llevar el evangelio. La paz ininterrumpida por demandas inesperadas departe de Dios.

· Tomad el escudo de la fe. La fe nos protege en todas circunstancias. ahuyenta la duda y el temor.

· Levanta la espada del Espíritu. La espada = la Palabra de Dios. Debemos estar en la Palabra todos los días. Es un arma tanto ofensiva como defensiva. Debe estar en el corazón y en la boca.

· Orar en el Espíritu siempre. Nos mantiene en contacto siempre con nuestro comandante para recibir instrucciones.



II. POSEEMOS más recursos para enfrentar la batalla. 2 Corintios 10:4

· Autoridad en el nombre de Jesús. Toda autoridad en el cielo y en la tierra le han sido dadas a Él (Mateo 28:18). En su nombre podemos pedir (Juan 14:13). En su nombre también podemos atar (prohibir) y desatar (Mateo 18:18).

· Poder en la sangre de Jesús. La sangre de Jesús derrota al enemigo (Apocalipsis 12:11). Una vez que hemos recibido a Jesús como Señor y Salvador, su sangre opera en nuestras vidas.

· La Alabanza. Alabar a Dios trae liberación y protección (Salmo 66:8). El pelea por nosotros (2 Crónicas 20: 20-22).



III. PELEANDO EN CALIDAD DE EQUIPO.

· Debemos ser sobrios y estar alerta. Como equipo, es importante vigilar el vallado diariamente. Revisar si es que se le ha dado entrada al enemigo y conocer el estado de todo lo que Dios nos ha encomendado (Proverbios 27:23).

· Tenemos dos tipos de batalla. La batalla defensiva, nos ocupa en recuperar terreno. La ofensiva, en interceder para conocer los planes del enemigo con anticipación.

· Reconocer al enemigo. La palabra nos llama a probar los espíritus, y a estar alertas a lo que se dirige a nosotros (1 Juan 4:1).

· Pedir al Espíritu Santo discernimiento. Es importante pedir la dirección específica al Espíritu Santo para que nuestras oraciones estén dirigidas directamente al blanco que es la fuente de la actividad del enemigo.

· Permanecer en el Espíritu. Al pelear contra el enemigo, nuestras armas son más fuertes en el Espíritu; siempre ganamos. Nuestro enemigo es más astuto en la carne; él tiene la ventaja allí.

· No permitamos que el enemigo nos divida. La unidad es la clave para la guerra espiritual con éxito.

CONCLUSIÓNCon armas sobrenaturales y la protección de Dios ¿Por qué fracasamos?

El grito de la batalla por la libertad ya sonó. Vistámonos con toda la armadura de Dios. ¡Afirmémonos! ¡Resistamos! Todo el poder de Dios nos respalda y Cristo ya derrotó al diablo en la cruz. La Armadura de Dios es invencible y podemos empezar a utilizarla ahora mismo.

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